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miércoles, 12 de junio de 2013

Como nos ven






Un anuncio publicitario sobre el como nos ven los demás y come nos vemos a nosotos mismos.

Muchas veces somos demasiado críticos con nosotros mismos y en ocasiones tendemos a "ser" para ser aceptados por los demás, adoptando  patrones repetitivos de prototipos vendidos por una sociedad superficial que aunque no es muy grande es muy influyente.

Olvidándonos de que en realidad somos nosotros quienes hacemos posible que las personas sean atrapadas por nuestra belleza o ahuyentadas por nuestra fiereza.

La verdadera belleza es aquella que sale del alma e invade nuestro espíritu para irrigarla por nuestra piel y reflejarla en nuestra cara, esa belleza que inevitablemente tiene como sello una sonrisa y conquista el corazón de aquellas personas que tenemos enfrente.

viernes, 17 de mayo de 2013

Batallas de Mujeres











El sufragio femenino nace de la necesidad de las mujeres inquietas, activas y nada conformistas que necesitan ser escuchadas.

"El derecho de los ciudadanos de los Estados Unidos a votar no deber ser denegado o limitado por los Estados Unidos o por ningún otro estado por razón de sexo..."

Es con esta decimonovena enmienda de la constitución de los Estados Unidos que empieza un movimiento de rebelión femenina que llevará a la mujer a la busqueda de su libertad. No fue fácil para estas, luchar por sus derechos, puesto que era un periodo difícil donde la mujer era vista como un ser frágil y débil, carente de razonamiento lógico, características otorgadas al tamaño de su cerebro más pequeño que el del hombre por lo tanto de inteligencia más corta.
Por motivos como este a las mujeres no se les permitía realizar ciertas actividades como estudiar, ejercer labores fuera del hogar, o votar. El que no se tuviera derecho a la educación era porque esta actividad interfería en las labores para las que se pensaba estaba destinada, que eran cuidar del bienestar del hogar y del marido.

Y es que una persona que no había tenido educación o había sido instruida para cierta tarea, desde luego no estaba capacitada para opinar y mucho menos para tomar una decisión relevante, como era el caso de las mujeres que tenían que consultar cualquier cosa con su esposo, su padre o cualquier hombre que estuviese a su cargo. De no ser así su palabra era ignorada y rechazada llegando en muchos casos a ser juzgada.

Pero la larga y dura lucha de unas cuantas ha hecho posible que acciones tan cotidianas a día de hoy, como tener una cuenta en un banco, ser independientes laboralmente o llevar pantalones (en algunas culturas aún esta prohíbido) sean posibles. Es gracias a estas aguerridas mujeres que las millones de hoy tengamos iguales derechos y deberes que los hombres en la mayoría de la población mundial.

La negativa del derecho al voto para la mujer se basaba en que esta no estaba capacitada ni física ni mentalmente, y que su naturaleza hacia que sus acciones fueran guiadas por sus sentimientos; limitandola a actuar no más allá de lo que estaba dictado por la sociedad mayoritariamente machista. Pasábamos a ser la esposa del hombre, por lo tanto éramos de su pertenencia igual que sus hijos, sus tierras, sus esclavos, siendo aquel quien decidía sobre sus pertenencias.

El sugrafio ha sido una de las rutas más directas para formar parte dentro de la sociedad, sería el principio de la revolución de una mujer que quería que sus opiniones fueran tomadas en cuenta, este no se hace con la única intensión de que se le fuese permitido votar, sino de que sus decisiones fueran tomadas en cuenta respecto a lo que ocurría en su patria y que afectaba no solo a su marido, sino a sus hijos y el futuro de ellas mismas. A partir de ahí entonces y ganada esta primera batalla empieza a surgir otro tipo de luchas como el permitir la igualdad en la participación dentro de diversos campos.

El primer país en constituir el derecho al voto para la mujer fue Nueva Zelanda en 1893. Estados Unidos en 1920 aunque solo para las mujeres de piel blanca, latinoamérica fue Ecuador en 1929 y los últimos han sido Afganistán en 2003 y Kuwait en 2005. Actualmente existen algunos países donde las mujeres carecen de derechos básicos.

Pero que pasa a día de hoy en cuanto a los hechos acaecidos, los hemos olvidado, los ignoramos, o no les damos importancia. Puede ser porque el ser humano en un estado de conformidad con un medio lleno de facilidades dispuestas por otros, que estan dispuestos a pensar por nosotros y tomar nuestras decisiones, prefiera permanecer aletargado en un bienestar disimulado hasta que su propia actitud de insensibilidad le oprima.

Aunque las necesidades de las mujeres son iguales en cualquier parte del mundo no son así las oportunidades, implicarse hasta lograr que estos derechos sean respetados en su totalidad significará que estamos de acuerdo con la igualdad y la identidad dentro de una sociedad libre. Son acciones de las que mucho se habla pero poco se hace para que sea una realidad generalizada. Dejar de ser una figura pacífica dentro de una tabla de ajedrez y adoptar la responsabilidad de estas acciones, hará que la batalla

viernes, 5 de abril de 2013






Aunque la mayoría de las veces las mujeres nos vemos representadas con las mismas características; dos pechos que sobresalen por encima de nuestra figura, cabello largo, un par de piernas contorneadas. No somos iguales, ni pensamos todas igual, no todas actuamos como es debido y mucho menos seguimos las reglas que nos impone la sociedad, mayoritariamente machista. Y aunque la mayoría de las revistas femeninas nos encuadren en el mismo prototipo y nos clasifiquen dentro de 3 o 4 géneros como mucho, somos tantas como peces hay en el mar.
Y es que en cuanto a las revistas femeninas me refiero, no todas por supuesto; la mayoría o las más populares son aquellas que nos introducen en prototipos de muñecas “Barbie”, con sus vestidos perfectamente conjuntados y zapatitos a juego, dietas estudiadas o no, para mantenernos más esbeltas, un surtido incalculable de cremas para estar más jóvenes, prometiéndonos que cada vez que nos ponemos una de ellas nuestro reloj biológico se detendrá o mejor aún retrocederá.
Todo ello especialmente dedicado para mujeres y “sospechosamente” creado por mujeres, por supuesto; respeto cualquier punto de vista u opinión, aunque me desilusionaba cada vez que veía una revista femenina y leía los mismos artículos, puede, porque no me identificara con ellos o puede porque me negara a actuar como dictaban estos manuales femeninos. No es que sea la típica que se enfrasca en artículos científicos, políticos, etc. Pero me hubiese gustado mucho que nos hubiesen introducido más en un mundo real y no de muñecas modelo con vestiditos de colores pastel y cintitas en el pelo, preocupadas en conquistar a nuestros “príncipes encantados” con una deliciosa tarta de frutos exóticos, cosa que no pega con la figura anoréxica que hay que mantener.

Afortunadamente las cosas están cambiando, ahora podemos ver en las revistas femeninas mujeres triunfadoras, profesionales que sobresalen en muchos campos que anteriormente estaban dominados por los hombres. Eso sí, madres entregadas, igual de delgadas y esbeltas, preocupadas por la imagen, sin perder el hilo de la moda actual, pertenecientes a organizaciones en defensa de la mujeres, los animales, o lo que esté de moda; o lo que venda mejor su imagen o la de la empresa que representa.
Será por eso de que "las mujeres podemos con todo".
Aunque aún me es difícil comprender como una mujer que ha parido cuatro hijos, tenga el tiempo suficiente para educarlos, pasar las tardes con ellos, estar en el trabajo  desarrollándolo perfectamente, luego ir a clases de Pilates,  y por la noche estar deslumbrante para una cena de trabajo o evento social.  
Pero aparte de estas mujeres espectaculares y sobresalientes, existen otros tipos de mujeres que se encuentran aún en la sombra de este mundo desarrollado, mujeres de las que ni siquiera se hace mención o peor aun no se sabe que existen. Y es que no solo dirigir una multinacional o salvar vidas en un quirófano es digno de admiración, el solo hecho de traer una vida al mundo debería ser significado de respeto; no quiero dejar a un lado la participación de los hombres por supuesto. Pero es a ellas a quienes se ignora en muchos sectores de nuestra sociedad, aunque en primer lugar sería por una sociedad machista, también se ven ignoradas por sus congéneres.


Estamos en una sociedad que te valora más por lo que tienes que por lo que eres.


 Y es que no es lo mismo una mujer de clase media en un país desarrollado viviendo dentro de una sociedad bien estructurada con todas las posibilidades, que una mujer India, donde a pesar de catalogarse como un país espiritual, destino de todo aquel que quiere encontrase así mismo, la población femenina es discriminada, anulada y muchas veces maltratada, o la mujer indígena de América del Sur donde es explotada laboralmente, realizando labores agrícolas sin ningún tipo de recompensa ni reconocimiento, ni por su estirpe ni por su sociedad, de la cual no recibe ningún tipo de apoyo.
 Pues todas estas mujeres las políticamente correctas y las políticamente ignoradas, son; no solo creadoras de vida, son las primeras maestras que encaminan a los individuos a su actuación dentro de la sociedad, pues es en ellas en quien recae la responsabilidad de educar a los hijos, y si es ella la primera persona que hace que el árbol crezca recto. En que se falla, cuando este individuo atenta contra quien le dio la vida.
Puede que el fallo no sea solo de la sociedad sino de nosotras mismas que nos olvidamos que en nuestras manos está el educar a nuestros hijos(as) para que se reconozcan en una sociedad de igualdad de género y de respeto hacia los demás, ya sea mujer, hombre, mayor, niño, blanco o negro.
 El respeto nace de nosotras(os) mismas,  pero debe haber algún factor que impida que las mujeres de determinado lugar o en determinada situación se crean eso de que  la mujer no tiene ni la capacidad, ni ningún tipo de derecho. Yes ahí donde debemos involucrarnos; porque a pesar de que estamos en pleno siglo XXI donde la tecnología hace posible lo que creíamos imposible, aún estamos anclados en la desigualdad de género y es que lo que no nos afecta hoy personalmente, en el futuro se puede convertir en un virus que aunque se veía venir, era algo que no nos afectaba.
La responsabilidad es de todos.